El amor no puede tener mentiras porque sino no sería amor en un principio. Podemos llegar a mentir por amor, para no dañar a la persona, pero no con intereses egoístas, porque sino ya no es amor. Tal vez podría decirse que el amor es una lucha, pues cuando amamos luchamos por aquella persona (o no necesariamente tiene que ser una persona, puede ser tu mascota, por ej.), por su bienestar y por tenerla a nuestro lado.