Scrapland

Hola compañeros, escribo este texto para contarles la retro historia de un curioso videojuego español producido en 2004 por Mercury Steam Entertainment. Se jugaba en PC y Xbox e incluía modo de juego online, estuvo a punto de salir para la PS2 pero al final no pudo ser. En PC lo distribuyó Zeta Games, en doble CD y a 40 euros, desde luego no era nada barato. Ahora no se encuentra a la venta en plataformas digitales. 

El estudio fue fundado en  San Sebastián de los Reyes por 10 ex trabajadores y desarrolladores del extinto Rebel Act Studios (1996-2002).Dentro del artículo iré utilizando la negrita y los subrayados para resaltar aspectos importantes y que la lectura no resulte monótona.

 El nombre completo del juego es “American McGee´s Scrapland” porque se usó como reclamo el nombre del conocido diseñador norteamericano. Es una historia futurista con robots que habitan el muy industrializado Planeta Quimera, no hay humanos y tenemos que afrontar todo tipo de enfrentamientos y carreras de naves.

En un futuro lejano el asteroide Scrapland está poblado por una raza de robots después de que la humanidad arrasara con su ecosistema y recursos naturales. Allí fundaron la ciudad de Quimera, donde la tecnología permite guardar una copia de cada robot, de modo que se les puede “resucitar” y no existe la muerte. Unos sacerdotes custodian la Gran Base de Datos donde se almacenan las copias que permiten recrear los robots. Los androides viven en paz y armonía hasta la muerte de su arzobispo, supuestamente a manos de un hombre, pero no todos lo creen así sobre todo porque previamente alguien borró en la Gran Base de Datos la copia del arzobispo.

             

En el juego controlamos a D-Tritus, un robot foráneo que trabaja como reportero de prensa y que irá desvelando una oscura trama de traiciones e intereses ocultos tras el asesinato del arzobispo. Hackeando la Gran Base de Datos nuestro protagonista puede adoptar la personalidad de 14 robots distintos, cada uno con una habilidad especial que necesitaremos dominar en nuestro camino. Si asume la personalidad de una grapadora puede colarse en espacios reducidos, como mensajero es capaz de volar en los interiores, si suplanta al alcalde sólo tiene que soltar un discurso y dormirá a los robots más cercanos. Hay que tener cuidado porque algunos enemigos son capaces de advertir el engaño.

           
CIUDAD DE QUIMERA

Para resolver el misterio, D-Tritus deberá visitar los 4 diferentes distritos hablando con otros robots, buscando objetos y enfrentándose a villanos que pretenden obstaculizar sus investigaciones. Quimera es enorme y se parece bastante al mundo de Blade Runner: grandes rascacielos, autopistas para naves volantes y gigantescos anuncios publicitarios.

Las zonas grandes son el centro de la ciudad, los distritos comercial e industrial, el vertedero. Donde existe una serie de distintos edificios como la comisaría, el bar del apostador loco, nuestro taller de reparaciones y mejoras, bancos, el ayuntamiento o el templo donde se custodia la Gran Base de Datos robótica.
           

 DINÁMICA DE JUEGO

La historia tiene un sistema de juego que mezcla estilos muy diversos, desde la exploración del escenario, hasta la pura acción de la conducción de una nave espacial. Valía la pena dar unos vuelos de cortesía para admirar los gráficos de los escenarios mientras nos acompaña una música electrónica futurista, sobrevolar titánicos edificios o unirte a la cola de un incesante tráfico aéreo que busca atravesar un túnel. El juego proporciona bastante libertad de acción, te dejan elegir diferentes vías para alcanzar tu objetivo.

Puedes retar a carreras y duelos a robots, construir y mejorar tu nave o simplemente darte una vuelta por la ciudad de Quimera motando disturbios y generando dinero.  Podemos contratar a unos mercenarios para que hagan nuestro trabajo sucio, como están al margen de la ley no tienen copias de seguridad en la Gran Base de Datos y debemos pagarles con vidas extra obtenidas de un sacerdote corrupto. Para ganar dinero podemos atracar bancos, asaltar naves o apostar a lo loco.

 Parece como si los desarrolladores españoles hubieran montado su particular GTA espacial donde nuestro robot puede hacer lo que le dé la gana, incluso trampear en partidas de póker.

Las carreras de naves y enfrentamientos a bordo se suceden constantemente. Comienzas con una nave pobre pero según consigues planos de armas, motores y blindajes puedes mejorarla de manera constante si tienes dinero. Hay hasta 7 tipos distintos de naves, las pesadas son las mejores para el combate y las ligeras para las carreras. En este aspecto serán importantes los encargos que nos hace un loco apostador, si ganamos los duelos y carreras nos recompensa con mejoras en el garaje de Rusty.

En los personajes notamos un gran sentido del humor, típico de los hispanos, donde los androides recrean  estereotipos humanos como banqueros ladrones, jefes de policía y políticos corruptos, funcionarios vagos,  la chica androide sensual que vuelve loco a nuestro protagonista de metal …  Por desgracia los diálogos con la mayoría de robots se reducen a un par de pobres frases prefabricadas que no aportan nada.

         

Asesinar era bastante fácil porque el ordenador apuntaba de forma automática al enemigo pero el combate de naves ya era otra cosa más emocionante: además de esquivar los disparos enemigos tenías que estar pendiente de no chocar contra el incesante tráfico aéreo o los enormes edificios.

DESPEDIDA

Hasta ahora todo parece muy divertido pero realmente se le podían encontrar muchas pegas al producto, algunas misiones se hacían muy repetitivas y normalmente perdías mucho tiempo deambulando entre los edificios de Quimera hasta que encontrabas a tu contacto y te encomendaba una misión. Las misiones eran bastante parecidas unas a otras: combate contra una nave, matas estos robots o fotografía documentos. Me despido con un vídeo que contiene la maquinera banda sonora del juego español