Les presento la historia de un juego de estrategia exótico que podría parecer un Age of Empires pero que en realidad es más un título con elementos de aventura y acción tipo Heroes of Might and Magic. Es del año 2001 y fue lanzado para PC por 36 euros.
El juego fue desarrollado por la compañía francesa Cryo Interactive, la misma detrás de la aventura Atlantis 3 que he analizado en
un artículo anterior. Por desgracia a estos franceses se les daban mejor las aventuras gráficas que los juegos de estrategia, ahora veremos por qué metieron la pata
Nos encontramos en la Arabia que retratan todos los cuentos de fantasía . Encarnamos a Sinbad, un aventurero en busca del anillo mágico del Rey Salomón y que no dudará en traicionar a sus aliados si con ello saca provecho.Al comenzar el juego, nos ofrecen dos alternativas: jugar una de las 2 campañas o decantarse por una partida en red local.
Las campañas no son del todo lineales y se puede elegir cualquiera de ellas para empezar. Lo que no se puede seleccionar es la civilización a la que queremos pertenecer. Partimos con el solitario Sinbad y por el transcurrir de los acontecimientos acabamos del lado de una de las tres razas que pueblan este mundo de arena y magia.
Por un lado están los Beduinos, tribu de nómadas cuyo fuerte es su caballería y sus arqueros y a la que acompañaremos en la primera campaña. Las otras dos civilizaciones que nos encontraremos son las míticas amazonas griegas, y los Ghuls, una especie de walking dead que se alimentan de cuerpos podridos. A lo largo del juego podremos cambiar de bando según nuestros intereses y así llegar a controlar las más de 90 unidades diferentes de las distintas razas. Con las unidades podemos disponer de auténticos prodigios como escorpiones gigantes de asalto o monstruosas aves Roc con monturas.
Al comenzar partida nos encontramos frente a un mapa de las legendarias tierras de las mil y una noches en el que estamos representados con una bandera. Desde este mapa encaminaremos nuestros pasos hacia fortalezas enemigas y podremos acceder a la pantalla para configurar nuestro ejército.
A diferencia de otros juegos del género, todas las unidades están disponibles desde el principio con la única limitación de fondos para contratar soldados o construir edificios en el campamento que nos den acceso a nuevas unidades, maquinaria y mejoras. Se trata de una manera muy sencilla de ir ampliando nuestra potencia de cara a nuevas batallas, pero también se hace un poco aburrida ya que no tendremos la posibilidad de crear una ciudad que veamos crecer o donde ampliar nuestro ejército mientras exploramos los parajes del desierto.
Antes de cada enfrentamiento, deberemos contratar a soldados para que acompañen a Sinbad. La acción se desarrolla como en cualquier juego de estrategia. con la diferencia de que en las unidades de caballería e infantería seleccionadas no podremos controlar a un solo individuo sino que tendremos que manejar a la unidad completa. Estas unidades, compuestas por 4 o 6 soldados, no mantienen una formación determinada, sino que cada uno se mueve a su antojo, reduciendo la capacidad estratégica de nuestro ejército. Para desgracia nuestra, sus habilidades defensivas son desastrosas y tampoco resultan ser unas tropas inteligentes: pueden quedarse atascadas frente a la orilla de un río porque no son capaces de dirigirse al puente adyacente o se dejan matar sin reaccionar ante un ataque de las unidades aéreas enemigas.
En el combate escucharemos los ruidos de batalla con choques de arma y voces diferentes para cada tipo de unidad. En todo momento deberemos tener a buen protegido a Sinbad porque si muere se terminará la partida. Durante la acción, entra en juego una marca propia de este Persian Wars: los diálogos con los personajes marcarán el devenir de la historia, ya que dependiendo de las respuestas elegidas, podremos cambiar de bando tras un soborno, caer presos por nuestra arrogancia o incluso acabar convertidos en camellos por el hechizo de un genio maligno. Cada civilización puede manejar un tipo de genios que serán determinantes por su capacidad ofensiva en la batalla
Puntos en contra
Una jugabilidad repetitiva, pobre inteligencia artificial de los enemigos y tropas propias, los ejércitos son pequeños, dificultad desigual en los combates, escenario de batalla pequeño y desfasado donde da igual que domines las alturas porque no otorga ventaja alguna , la campaña acaba siendo linear y no interactiva, como las batallas son breves realmente no necesitamos una planificación estratégica …
En resumen se trata de un juego en 2D a evitar por los aficionados al género, su historia era diferente al resto y atrayente con la mezcla de aventura y estrategia, pero el resultado técnico estropea por completo la experiencia de juego y arruina sus buenas intenciones