Siendo el más joven de los cinco hijos de Enrique II y Leonor de Aquitania, no se esperaba que heredara territorios significativos desde el principio. Sin embargo, después de la rebelión fallida de sus hermanos mayores entre 1173 y 1174, Juan se convirtió en el hijo favorito de Enrique II. Fue nombrado señor de Irlanda en 1177 y recibió tierras en Inglaterra y en el continente europeo. Sus hermanos mayores —Guillermo, Enrique y Godofredo— murieron jóvenes; cuando su hermano Ricardo fue coronado rey en 1189, Juan era el presunto heredero del trono. Intentó infructuosamente una rebelión contra los administradores reales de su hermano, mientras este participaba en la tercera cruzada. A pesar de esto, después de que Ricardo I murió en 1199, fue proclamado rey de Inglaterra y en 1200 llegó a un acuerdo con Felipe II para el reconocimiento de las posesiones inglesas en las tierras continentales angevinas mediante la Paz de Le Goulet.