the long dark - review

Una anomalía geomagnética ha sumido al mundo en la oscuridad e inutilizado toda la tecnología, incluido el avión sobre el que volaba sobre las vastas y heladas tierras salvajes de Canadá. Te despiertas rodeado de llamas y restos, gravemente herido y congelado hasta la muerte, y te encuentras en una batalla por sobrevivir en uno de los rincones más inhóspitos del planeta. Es un lugar estupendo para pasar el apocalipsis, y la muerte se extiende por todos los rincones de esta extensión mortal e invernal.
Hay dos formas distintas de jugar The Long Dark. Hay Wintermute, un modo de historia episódica que sigue al piloto de Bush Will Mackenzie mientras busca a su amigo desaparecido. Esta es una experiencia lineal con escenas elegantes y melancólicas que exploran su pasado y el estado del mundo. Luego está Sandbox, que te permite contar tus propias historias y explorar a tu gusto. El único objetivo aquí es sobrevivir el mayor tiempo posible, y cómo lo haces te queda a ti.

Wintermute es bueno para comenzar. Comienza con una serie de tutoriales diseñados para alimentarse por goteo. Aprenderás sobre el tratamiento de heridas, la búsqueda de plantas medicinales, la creación de  fuego y otras habilidades esenciales de supervivencia. Y serás guiado sutilmente, lo que significa que raramente te perderás. A veces conocerás a supervivientes que necesitan tu ayuda, lo que te obligará a completar una serie de misiones de búsqueda, que paralizarán la historia a veces.
Pero está en el modo Sandbox donde el cuchillo de supervivencia de The Long Dark es lo más importante. Tener la libertad de explorar y viajar entre sus grandes regiones interconectadas es más convincente que seguir un camino prescrito. Elegir que gastar cada día es más atractivo que marcar los objetivos. Esta libertad y elementos dinámicos e impredecibles como el clima hacen que cada juego de Sandbox sea terreno fértil para la narración de historias emergente.



Algunos de mis recuerdos más vívidos de The Long Dark no fueron creados por los desarrolladores, sino que surgieron de forma natural. Recuerdo la tensión insoportable de estar al borde de la inanición, una bala en mi rifle y un ciervo asustado en mi punto de mira. Agachándose en una cueva por la noche, una fogata a punto de apagarse, escuchando a los lobos aullando afuera. Cojeando medio muerto de hipotermia a través de una ventisca, solo para ver la silueta de un refugio que salvaría la vida del frío muro de nieve.
La vida silvestre es una molestia frecuente. Los lobos captarán tu aroma y te acecharán, y si te atacan seguramente te quedarán heridas graves. Honestamente, son difíciles de manejar, arruinando lo pensativo que es el juego. Sobrevivir a los elementos es mucho más interesante para mí, y me alegro de que haya un modo de dificultad en Sandbox que deshabilita los ataques de los animales. Pero en el modo historia no tienes más remedio que lidiar con ellos, y son una verdadera espina en tu costado.



El clima está constantemente en crisis, lo que puede cambiar el juego y tu fortuna en un instante. Un minuto es un día claro y nítido con un cielo azul penetrante. El siguiente frente de tormenta está entrando, el viento sopla la nieve que cae tan fuerte que se mueve horizontalmente. Los cielos de acuarela cambian de una manta de gris amenazador a un rosa oscuro de la tarde, pintando los campos de nieve a tu alrededor en colores vivos. Es un juego increíblemente atmosférico, con un estilo de arte pintado a mano que le otorga una belleza peculiar y etérea, a pesar de lo agotadora que es.
Al igual que muchos juegos de supervivencia, todo en The Long Dark se reduce a la gestión de una serie de  estados en constante disminución. Hambre, sed, cansancio, etc. Pero gracias al diseño elegante de la simulación y a una UI mínima y pulida, no es un juego en el que sientas que dedicas la mitad de tu tiempo a los menús. La abundancia de barras de progreso es ligeramente decepcionante, sin embargo. Muchas acciones, como romper una rama hacia abajo en busca de leña o cocinar, ocurren fuera de la pantalla, ilustradas por un círculo que se llena lentamente. Me hubiera gustado ver a mi personaje interactuando con el mundo un poco más directamente.



Solo hay un puñado de juegos de supervivencia realmente geniales para PC, y este es uno de ellos. El modo historia tiene sus momentos, y hace un trabajo decente de decirte cómo funciona el juego, pero es cuando está creando sus propias historias en el arenero que The Long Dark es más absorbente. La hermosa dirección de arte y el rico y variado diseño de sonido hacen que los bosques profundos, los lagos helados y las montañas andrajosas del  país canadiense cobren vida. Y tu lucha interminable para mantener a la Grim Reaper a la distancia es enormemente gratificante, siempre que tengas la paciencia para apreciar su ritmo lento y mesurado.