Sam Fisher como nunca antes

En esta ocasión les presento un pequeño análisis de unos de los videojuegos que marcaron mi infancia y mi incursión en el mundo gaming. No recuerdo la cantidad de horas que pasé jugando a esta entrega, pero sí sé que fueron muchas, muchísimas. Tanto si te consideras un fan asiduo de los videojuegos como si no, esta saga, y este título en particular son excelentes para recordar viejos tiempos.

Tom Clancy´s Splinter Cell: Double Agent es el cuarto título de la saga del mismo nombre, creada por el escritor estadounidense Tom Clancy, creador de otras importantes sagas videojueguiles, tales como The Division, Ghost Recon o Raimbow Six (de las cuales también traeré algún que otro análisis). El juego, desarrollado y distribuido por la compañía Ubisoft, salió a la venta en el año 2006 para las consolas PlayStation 2, PSP, GameCube, Xbox, Wii, Xbox 360, y PC. Además en 2007 salió una versión para PlayStation 3. 

Como es habitual en la saga, el personaje que controlaremos será Sam Fisher, un agente que trabaja para la división Third Echelon, perteneciente a la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA por sus siglas en inglés). Fisher deberá trabajar como agente doble, cuya misión será infiltrarse en una organización terrorista cuyo objetivo es desarrollar bombas nucleares, que posteriormente serían detonadas en grandes ciudades de los Estados Unidos. Esta misión nos pondrá en una situación muy difícil, ya que nuestros aliados pasarán a ser nuestros enemigos y viceversa. Durante el transcurso del juego deberemos tomar una serie de decisiones que conllevan a un cambio en la historia, por lo cual será posible alcanzar varios finales alternativos. Esto quiere decir que al final del juego nuestras acciones definirán si continuamos del lado de los buenos, o terminaremos siendo malos malísimos.



En cuanto a su jugabilidad se basa principalmente en el uso del sigilo y la infiltración para completar las diferentes misiones del juego, ambientadas en diversos lugares, desde Kinshasa, hasta una cárcel de máxima seguridad de la que debemos escapar. Cabe destacar que en algunos aspectos guarda ciertas similitudes con la mítica saga Metal Gear Solid, pero sin contar con robots gigantes y las fumadas de Kojima. En esta entrega se han añadido nuevos aspectos, puesto que ahora el crack de Sam Fisher cuenta con nuevas habilidades que no presentaba en las anteriores entregas, tales como: nadar, lanzarse en paracaídas o romper el hielo debajo del agua para acabar con sus enemigos.



Al ser un juego con unos cuantos años a sus espaladas, sus requisitos técnicos no son nada exigentes, y son facilmente alcanzables prácticamente por cualquier ordenador de hoy en día:

• Procesador Intel Pentium 4 @ 3.0 GHz
• 1 GB de memoria RAM
• 10GB de almacenamiento disponible
• Tarjeta de video de 128 MB de VRAM
• Directx 9.0c

A modo de resumen, esta entrega de la saga Splinter Cell sigue siendo una de mis favoritas. La jugué tropecientas veces en mi PS2 hace unas cuantas temporadas y escribiendo estas lineas me entraron unas ganas terribles de pegarle un repaso. Si estás leyendo esto y no has jugado esta entrega, ni ninguna otra de la saga, es hora de que salgas de la cueva en que vives y consigas el juego. Te aseguro que a pesar del paso de los años no te arrepentirás.