Need For Speed Payback - Análisis (CERBERUS)

Need For Speed siempre ha sido una de mis series de conducción arcade preferidas y nunca me pierdo la oportunidad de disfrutar cada una de sus entregas. En esta ocasión hablaré de Need For Speed Payback, una tradición, una banda, multitud de vehículos, altas dosis de velocidad en este juego desarrollado pro Ghost Games el cual ya se había encargado de Need For Speed Rivals. Tengo que mencionar que en este estudio hay muchos extrabajadores de Criterion Games, lo cual se nota en sus juegos en muchas ocasiones en especial en este Need For Speed Payback.

En esta ocasión se nos traslada a Fortune Valley el cual es el nuevo mundo abierto donde nos aguarda muchas misiones y retos, según sus propios creadores es el mundo abierto más grande creado hasta la fecha para un Need For Speed. Esto se traduce en un amplio abanico de misiones principales que dan forma a la historia, retos y vehículos a conseguir en multitud de horas de juego.

Los que llevamos años jugando a los Need For Speed hemos ido viendo como la historia que se nos plantea habitualmente es algo floja con poco margen para sorprendernos en este aspecto, pero es esencialmente su jugabilidad lo que realmente nos vuelve a atrapar de un Need For Speed.



En este caso no solo nos vengaremos de quien nos traiciono, sino que además derrotaremos a distintas bandas cumpliendo misiones e iremos a la caza de “la casa”, la cual es una organización que controla los casinos, la policía, las apuestas y las carreras ilegales. Payback nos presenta rápidamente a los protagonistas en donde cada uno de ellos se especializa en un estilo de conducción distinto al resto.

Pues en esta entrega tendremos que superar misiones de carreras, velocidad, aceleración, derrapes, escape y todoterreno. El carácter más abierto de esta propuesta nos obliga ir buscando retos para mejorar nuestros vehículos como los saltos para romper carteles, saltos de distancia, récords de velocidad de radar, récords de velocidad de tramo, aceleración, entre otros.



Las misiones se agrupan por tipo y bandas, luchando contra el jefe de la misma en la ultima misión. Antes de acceder a cada una de ellas, cada misión de cada tipo y banda, se nos indicará el nivel que debe tener el tipo de vehículo a usar para superar con garantías tal o cual misión. Al superarlas acumulamos Speed Cards las cuales son cartas que nos permiten mejorar o modificar ciertos aspectos de nuestro vehículo, y así mejorar sus prestaciones y nivel de este.

Pero no todas estas cartas se pueden aplicar al momento, para aplicar la mayoría de ellas es necesario ir a un taller para ver que cartas nos aportan más mejoras para el coche, multiplicando sus características según marca de accesorio. Esto no obliga a ir visitando el taller constantemente, así como abrir los cofres de cartas que se nos va regalando habitualmente. Aunque podemos comprar más cofres con dinero de juego o dinero real.



Otro de los retos que nos brinda Payback es buscar vehículos de desguace y poder repararlos con piezas nuevas o usar sus piezas para construir nuestro vehículo soñado. Las pistas no siempre serán fáciles de interpretar, por lo que hay que buscar y rebuscar bien. Visitar distintos concesionarios para comprar nuevos vehículos, así como los nuevos garajes que también se hace indispensable en esta propuesta.

Como todo buen Need For Speed no podían faltar las persecuciones, ya sea con la policía o con los matones de “la casa”. Unas cuantas embestidas para relajar su barra de vida y les haremos volcar o estrellarse de forma espectacular. Cada vehículo se comporta de forma distinta, variando mucho su comportamiento conforme lo vamos modificando con las Speed Cards.



Según el tipo de misión se nos cambia automáticamente el coche entre los que tengamos en nuestro garaje, control arcade que responde bien a nuestros movimientos. Curiosamente sigo teniendo la sensación de que en las curvas se podía mejorar la respuesta, pues requiere práctica tomarlas correctamente. Tenemos nitro desde la primera carrera mejorando su potencia duración con la aplicación de las mencionadas cartas.

La sensación de velocidad es alta, aunque no tanto como la de Rivals donde íbamos a toda velocidad y se nos obligaba a tener muy buenos reflejos de conducción. Payback sucede bajos distintos usos horarios, lo que aporta vistosidad al ofrecer carreras de día y de noche. No como el juego anterior que sucedía completamente de noche.



Estamos acostumbrados a que en los Need For Speed haya espectáculos como los coches volando, trompazos, accidentes, altos momentos cinematográficos, característica intrínseca que ya es habitual en esta IP y que también obviamente vemos en Payback. Aunque estamos ante un espacio de juego que es mas amplio en espacio y contenido que en anteriores Need For Speed, Payback es una apuesta poco amigable.

A veces se pierde mucho el ritmo del juego al obligarnos a acumular recursos, superando retos para poder aplicar mejoras que nos permitan subir de nivel el coche, pues a veces entre una misión y otra debemos aumentar mucho el nivel de nuestro vehículo. Una manera de conseguir dinero extra para aplicar mejoras es apostar en las carreras, apuestas que son bien de cumplir objetivos, mantener la primera posición durante X segundos o golpear X objetos entre otras propuestas.

El dividir el protagonismo en varios personajes es una buena iniciativa, pero se pierde interés al no ser misiones se entrecruzan especialmente durante las primeras horas de juego. Además de su opción principal e individual podemos retarnos online contra otros jugadores, superando los retos conseguidos por la comunidad. Así como con otros vehículos que ruedan por Fortune Valley lo que nos obliga a la conexión permanente para que este actualizado.

Tecnicamente Need For Speed Payback parecen no sorprender tanto com Rival o el anterior Need For Speed. Hay texturas a las que le falta mayor resolución, falta un poco más de detalle en ciertos aspectos donde se ven algo borrosos. Todo el espacio de juego está abierto y sólo aparece la pantalla de carga al iniciar misiones, entrar a los talleres o concesionarios. Las distintas ambientaciones según las zonas de juegos están bien diferenciadas, muchas mejor que lo visto en las anteriores versiones. Aunque aún así parece que el juego este por debajo de lo visto en las anteriores entregas en lo que respecto en el apartado visual.



Ojalá este tampoco termine en el foro...