Final Fantasy IV: The After Years es una secuela del Final Fantasy IV original (Final Fantasy II en el occidente) que se desarrolla 17 años tras la conclusión del juego original. Trata de un nuevo conflicto por los cristales iniciado por una mujer misteriosa con el poder de controlar a los eidolones, mientras que narra qué fue de los viejos personajes e introduce una nueva generación que les sucede. Sus gráficos y jugabilidad se basan principalmente en la versión 3D de FF4 (la de Nintendo DS) en vez de la de Super Nintendo, pero con algunos elementos nuevos que refrescan un poco la formula.

Versiones

El juego se publicó originalmente para la telefonía celular en el 2008, aprovechando los gráficos en 3D ya elaborados para la versión de NDS de FF4, y esta versión es casi igual a la de PC. También hay versiones de Wii y de PSP con gráficos en 2D y con la diferencia de que su mazmorra final es más larga, posibilitando enfrentarse a jefes adicionales de otras entregas.

Historia

En lugar de seguir la perspectiva de un protagonista de inicio a fin, esta entrega divide su historia en capítulos enfocándose en distintos personajes en cada uno. Todos los héroes originales tienen su propio capítulo excepto Cid, Rosa, Cecil y Fusoya, que comparte el suyo con Golbez. Varios son opcionales, con la consecuencia de no contar con sus personajes en el capítulo final si se los saltea, mientras que otros son obligatorios y requieren que se completen ciertos otros capítulos primero.

La trama empieza 17 años tras la derrota de Zeromus. Cecil y Rosa, ahora reyes de Baron, tuvieron un hijo llamado Ceodore, quien heredó el talento para la magia blanca y de combate de sus padres, pero es inferior a ambos en ellos. Ceodore protagoniza el primer capítulo: él se une a la fuerza aérea de Baron tratando de salir de la sombra de sus padres, pero durante su primera misión el castillo de Baron es atacado y tomado por una mujer misteriosa capaz de controlar eidolones. Esto desata un nuevo conflicto en el que Baron vuelve a atacar a los demás territorios para arrebatar sus cristales, lo cual termina afectando a los protagonistas en sus nuevas vidas y provocando que entren en acción. Ceodore deberá regresar para encontrar a sus padres, cuya suerte desconoce.

Rydia visita la tierra de los eidolones y se encuentra con que todos fueron petrificados, y debe emprender el viaje a la superficie con la ayuda de su amiga, Luca, princesa de los enanos y aprendiz de Cid, y de sus muñecos, Calca y Brina.

Yang, ahora rey de Fabul, debe lidiar con su hija que insiste en seguir sus pasos de artista marcial contra su voluntad, y con el misterio de un meteorito caído en el monte.

Palom, tras haber recorrido el mundo entrenando para seguir los pasos de Tellah, es enviado a Troia a enseñarle magia negra a Leonora, una aprendiz de devota, pero Troia al tener un cristal también se convierte en blanco de Baron y él se ve involucrado, al igual que Porom en Mysidia, que también tiene su cristal.

Edward sigue afligido por la muerte de su amada pero continúa gobernando acompañado por su secretaria Harley. Sabiendo que su reino peligra por poseer un cristal, decide ir a hablar con el Rey de Baron para discernir sus intenciones.

Edge tiene a su disposición a 4 ninjas de élite que envía a los distintos puntos para investigar sobre los acontecimientos recientes, mientras que él se adentra en la Torre de Babel a ver qué encuentra ahí.

Kain se recluyó en el Monte Ordeals debido a la vergüenza por sus acciones pasadas, pero inesperadamente se alía con la mujer misteriosa y ataca a sus antiguos compañeros, esta vez por voluntad propia.

Golbez y Fusoya presencian la destrucción de los cristales en la luna y tratan de develar el misterio de los sucesos que interrumpieron su letargo.

En líneas generales, tener un apego a la historia y personajes del juego original es la principal razón por la que alguien debería jugarlo. Se puede ver cómo cada personaje siguió con su vida y cómo desempeñan el papel de mentores para la nueva generación de héroes emergente. La trama intriga al jugador con el misterio de esta nueva antagonista enigmática y sus motivos para repetir la guerra pasada. No obstante, puede ser decepcionante la manera en que la historia pone tanto énfasis en la ‘repetición de la historia’ con todas las situaciones análogas a las ocurridas en FF4.

Jugabilidad

La jugabilidad del juego principalmente reutiliza la de la versión de DS o PC de FF4, por lo que se juega de forma casi idéntica, basada en el sistema ATB. Por lo tanto, los aspectos que hicieron bueno al primer juego siguen presentes y sin mancillarse, sin embargo aun así se implementaron unas mecánicas nuevas:

El sistema de fases lunares, que significa que con el paso del tiempo las fases de la luna van cambiando: los distintos tipos de habilidades van a ser potenciados y debilitados dependiendo de qué fase esté activa, y además afectan qué enemigos van a aparecer y el acceso a ciertos lugares. Este sistema es algo inconveniente, ya que obliga al jugador a elegir entre proceder en condiciones adversas (como una fase que debilite la magia cuando solo se cuenta con hechiceros) y el tedio de tener que utilizar carpas constantemente para manipular el sistema a su favor.

La otra distinción especial del juego son los ataques en banda. Básicamente son ataques en equipo de 2 o más personajes, como los de Chrono Trigger, cada uno con características distintas dependiendo de la combinación de héroes. Muchas se habilitan al progresar por la historia, mientras que otras por tener suficientes combates con los personajes involucrados. A su vez las bandas tienen sus propios niveles y se fortalecen con los combates ganados con ellos, y son esenciales para lograr dañar considerablemente a los jefes, por lo que no se debe ignorar esta opción.

Un problema del sistema de bandas y del juego en general, es que durante el capítulo final se tiene a disposición una gran cantidad de personajes para utilizar, pero debido a que para desarrollar las bandas se necesita mantener una combinación de personajes específica en batallas, el juego casi obliga al jugador a elegir 5 personajes y no volver a cambiar ese equipo, dejando a todos los demás olvidados en la banca. Eso causa que no adquieran experiencia por no participar en batallas y la diferencia se pronuncia cada vez más. Es decir, que el juego recompensa elegir unos pocos favoritos y castiga la diversificación.

El juego no solo recicla los gráficos de su predecesor del NDS, sino que también los lugares y enemigos son en su gran mayoría los mismos de la entrega anterior. La diferencia es que la historia de cada capítulo lleva a los héroes por distintas partes del mundo explorado en FF4, dándole un nivel reducido a los enemigos de cada área para compensar el bajo nivel inicial de cada héroe. Esta falta de contenido original es algo decepcionante, y también conlleva algunos desequilibrios ocasionales, como la abundancia de monstruos con habilidades de muerte instantánea en el capítulo de Rydia, cuando el jugador no cuenta con magia blanca ni dinero para comprar colas de fénix.

Durante el combate se puede presionar un botón para automatizarlo y duplicar la velocidad, una mecánica agradecida por quienes les gusta acumular objetos y experiencia, y para mitigar el tedio de la baja velocidad del juego (sobre todo en los hechizos contra varios enemigos, que repiten la animación por cada uno).

La versión de PC conserva los puntos para guardar la partida del juego original, pero de todas formas el juego tiene la opción de guardado provisorio para poder interrumpir el juego fuera de las batallas y continuarlo después. Además, se guarda la partida automáticamente antes de cada batalla, por lo que no se pierde mucho progreso si uno es vencido. Esto puede aprovecharse incluso para evitar batallas aleatorias.

El dinero en el juego es escaso al principio de los capítulos, pero se vuelve excesivamente abundante al final, ya que se acumulan los montos de todos los héroes y de todas formas ya no hay tiendas nuevas en las que comprar mejores objetos, los cuales en cambio se consiguen por exploración de las áreas finales.

Gráficos y Sonido

Como ya se mencionó anteriormente, el juego reutiliza los gráficos de la versión de NDS, al igual que su banda sonora y efectos de sonido. A pesar de ello, TAY involuciona en el sonido al no incluir voces para el diálogo a diferencia de su predecesor, aunque por otro lado esto puede resultar más a gusto de quienes ya tengan las voces imaginadas en sus mentes. De todas formas hay temas originales en el juego que se adaptan bien al estilo y calidad de los clásicos.

Los gráficos se notan que fueron diseñados para verse en las pantallas pequeñas del NDS y de los teléfonos. La mayor evidencia (además de los modelos de baja cantidad de polígonos) es que la cámara sigue al personaje muy de cerca comparado con la versión de SNES, lo que dificultaría la exploración si no fuera por la sabia inclusión de un mini-mapa en la esquina. Dicho esto, sería preferible una perspectiva más alejada para poder ver si hay tesoros en las distintas bifurcaciones. Otra señal es el tamaño de las listas de opciones de batalla: son grandes y solo entran tres opciones, lo que obliga al jugador a mover el cursor para ver las siguientes (una desventaja en el sistema ATB) y hace confuso qué personaje tiene el turno actual, ya que en la versión de SNES se veía a simple vista las opciones de combate personales de cada uno.

Las versiones de PSP y Wii tienen gráficos en 2D, que más allá de la preferencia individual, hacen que los hechizos se vean mucho mejor, pero en la versión en 3D las animaciones de los ataques (especialmente las bandas) son más impresionantes. El problema es que la velocidad del juego está limitada a 30 fps fuera de combate y a 15 durante el combate, lo cual mitiga el único punto fuerte que el 3D tiene.

Conclusión

FFIV:TAY es un buen juego, pero lo es principalmente porque imita de forma cercana constantemente al original y su falta de contenido original es decepcionante. Vale la pena jugarlo si uno disfrutó el mundo de FF4 y siente nostalgia por él, pero no hay que esperar muchos cambios en la fórmula.