Tras el magnífico éxito de Dragon Quest I, Enix y Chunsoft decidieron lanzar al mercado una segunda entrega para la franquicia.
Dragon Quest II: Panteón de los Espíritus Malignos fue una secuela directa del primer Dragon Quest publicada en 1987 para la NES y el MSX, sin embargo, debido al éxito de esta segunda entrega fue más tarde remasterizado para la SNES y en 2001 con otra versión para la GameBoy Color.
Esta sublime segunda entrega nos sitúa exactamente 100 años después de la primera entrega, en la cual tras un largo siglo de paz, un maligno hechicero conocido como Hargon (un ser muy parecido a Draconarius, por cierto) se decide a atacar el castillo de MoonBrooke, dejando un único superviviente.
Este superviviente se dirige al castillo de Midenhall, para informar al rey sobre el peligro del malévolo mago. El rey de este reino decide enviar en misión de derrotar a Hargon a su hijo, el príncipe de Midenhall y heredero del legendario Erdrick (al igual que el héroe de la primera entrega).
A diferencia de la primera entrega, en este título comenzamos la aventura solos, pero más adelante se unirán dos personajes más, formando un equipo de guerreros siendo una saga pionera en este aspecto. Cosa que se mantendría en la franquicia hasta las entregas actuales.
Esta nueva entrega de Enix introdujo nuevas mecánicas, y centró el juego en la exploración dotando a este de un hermoso mapa de mundo abierto más extenso que el anterior, y gracias a un barco que el grupo encuentra, las travesías se harán más ágiles y cómodas.
El principal objetivo del juego será reunir unas “Crestas” que estarán escondidas por el mundo (de ahí la insistencia en la exploración). Y gracias a esta crear un arma capaz de derrotar al hechicero.
La jugabilidad de la saga fue mejorada de forma notable, incluyendo diversos objetos que se podrán equipar a los personajes, además de las distintas habilidades que estos tendrán. Aparte, harán aparición los grupos enemigos, estos estarán compuestos por más de un monstruo, incrementando la dificultad de la entrega.
El apartado gráfico seguía siendo el mismo, puesto que no hubo una diferencia muy notable de años entre la primera y segunda entrega. Aunque en estos primeros juegos lo más destacable eran la jugabilidad y la exploración del mapa, sumado a una historia fenomenal que recuerda a las novelas caballerescas medievales.
Para finalizar mi artículo, destacaré que pese a la antigüedad de las primeras entregas, sigue siendo un título muy jugable y entretenido a día de hoy, por lo que es muy recomendable jugar a la segunda entrega de la saga.
Espero que os haya gustado mi artículo y os incite a jugar esta preciosa saga, muchísimas gracias por leer.
que recuerdos cuando echaban Fly por la tele...aunque hasta años despues no supe que era dragon quest
Andy, si no recuerdo mal el manga fue dibujado por Riku Sanjo, que era de la escuela de Toriyama. De hecho creo que el propio Akira Toriyama dibujó algún personaje de esa serie... de ahí el parecido.
El diseño de la foto 1 parece a los personaje de dragon boll xD, esta bueno.
Me ha encantado tu artículo, bien redactado e ilustrado ala perfección