Diablo Immortal

Diablo Immortal es un juego extremadamente controvertido. Por un lado, es muy divertido y su oferta es entretenida, pero algunas de las acciones de Activision Blizzard, no son controvertidas, principalmente en la monetización del juego.

La historia vista en Diablo Immortal sirve de puente entre los capítulos 2 y 3 de la franquicia. Tyrael está muerto, o eso creen. Se han descubierto fragmentos de la Piedra del Mundo que están corrompiendo a todos. Los secuaces de Diablo acechan en las sombras, esperando el momento oportuno para hacerse con este poder y resucitar al temible Señor del Terror.

En el camino nos topamos con varios personajes clásicos de la franquicia, como Deckard Cain. Este caballero nos guiará a través de la solución de las piedras, así como Charsi, Kashi, Akra, Zul y entre muchos otros.

Como siempre, las misiones no son más que una excusa para poner el mundo patas arriba y acabar con todo lo que se nos cruce en el camino. Y es muy divertido. Podremos elegir entre 5 clases disponibles: Cruzado, Cazador de Demonios, Monje, Nigromante y Hechicero. Cada uno de ellos tiene un enfoque y un tipo de habilidad diferente: algunos usan magia, como el Hechicero y el Nigromante, otros son más brutales, como los Bárbaros y los Monjes, y una combinación de ambos, como los Cruzados y los Cazadores.

Lo que no tiene Diablo Immortal son cuevas y áreas de exploración repartidas por todo el mapa. Como todos caminamos en el mismo espacio, no creo que tenga sentido colocar estas cosas. Pero para llenar ese vacío, tenemos Elder Rift y Rift Summon . El primero se puede modificar mediante escudos, que pueden ser raros o legendarios, y el segundo se puede modificar por nivel. Estos dos pueden enfrentarse solos o en grupo, lo que atraerá a todo tipo de jugadores.

Participar en estas divisiones es crucial para obtener nuevos equipos y elementos, y también es un excelente lugar para subir de nivel.





En primer lugar, sí es posible divertirse mucho con Diablo Immortal sin invertir ni un centavo, pero después de cierto punto las cosas se vuelven mucho más difíciles. Llegar al nivel 35 no es nada fácil.

El juego te da la oportunidad de comprar el Pase de Batalla en dos versiones: la primera sólo por $4.99, que trae armas y ropa que varían según la clase del personaje.

Al comprar un Pase, en lugar de recibir una Palanca (que se usa para mejorar el equipo), recibimos otros elementos como la Llave del Retador, que abre cofres, Escudos legendarios y muchos otros. Como se indicó anteriormente, es posible divertirse sin ningún pago, pero aún así existe un efecto agravante.

Una de las cosas que cambia los atributos de los personajes son las gemas legendarias. Tienen niveles que van de 1 a 5 estrellas y son más fáciles de obtener en Elder Rifts, pero con un inconveniente, necesitas usar una cresta legendaria para conseguir una de estas gemas. Si quieres participar y tener más posibilidades de obtener gemas legendarias de mayor nivel, debes participar en estas aventuras usando crestas.




En el Free Pass sólo obtenemos uno de estos escudos y otros dos al comprar el pase. Otra forma de ganar Crests es usando dinero real. También hay una manera de comprar conjuntos a diferentes precios o usar orbes para obtener crestas más legendarias.

En resumen, si estás interesado en jugar Diablo Immortal y participar en torneos PvP, debes saber que quien pague obtendrá una gran ventaja.

Desde su anuncio, los fanáticos de Diablo no han estado contentos. Ahora, con toda esta controversia sobre la monetización, podemos ver quién tenía razón al final. Sin embargo, es completamente posible divertirse sin invertir un centavo simplemente disfrutando de la historia presentada en el juego. Diablo Immortal está disponible para teléfonos móviles, y también existe una versión para PC. El jugador puede moverse entre plataformas sin miedo a perder su progreso.


Conclusión:


Diablo Immortal nos adentra en una gran aventura ambientada entre el segundo y tercer capítulo de la saga, pero que trae una buena dosis de polémica que daña gran parte de la percepción final de este buen juego.