Crítica Watch Dogs

Transcurría la E3 del 2012 cuando una demo cautivó la atención de todos los espectadores del magno evento. Las pantallas gigantes más amadas de Los Ángeles hicieron acelerar nuestros cocoros prometiéndonos apreciar una maravilla con numerosas y novedosas opciones jugables que sería recordado por generaciones. Lamentablemente al final terminamos evocándolo en nuestras memorias como aquella maldita cosa de Ubisoft en la que perdimos un valioso dinero que pudimos invertir en algo mejor como, por ejemplo, suéteres navideños para arruinar las navidades de nuestros sobrinos. Les invito a empaparse con mi odio visceral hacia esta aberración por la que Dios cerró las puertas del cielo a todos y cada uno de los responsables de un juego perfectamente descriptible como “crimen de lesa humanidad”.

Historia

            Si hemos disfrutado de tantas otras historias de ciencia-ficción, será inevitable comenzar sintiendo un deja-vú. La cosa es que estamos en un futuro cercano donde toda la ciudad está conectada por una monopólica red central de ordenadores llamada ctOS, que conoce desde nuestra cédula de identidad hasta las páginas que visitamos cuando navegamos en modo incógnito y nos ponemos los audífonos. Casi como la digievolución de algún conjunto de peluqueras que saben de computación.

En esta ciudad somos Aiden Pearce, un hacker tan jarcor que ya no usa la máscara de V de Vendetta porque eso es muy mainstream. Y que empleará cada objeto computarizado de nuestra extremadamente conectada ciudad como un arma para acabar con un grupo de criminales debido a que sentimos una enorme necesidad moral de hacer justicia ante entes tan malévolos y corruptos, lo cual no estaría mal sino fuera porque en el camino haremos cosas mucho peores que nuestros antagonistas, muchas veces contra personas inocentes, y el juego no sólo nos lo permitirá, sino que a veces hasta nos animará a ello. Me parece a mí que los de Ubisoft estaban tan abrumados revisando los bugs que ni se molestaron en revisar un guión que parece escrito por un pasante sub-pagado con más ilusiones que talento.

Mas no será el deseo de convertirse en un paladín de la moral y la justicia la única motivación de nuestro protagonista, de hecho ya es raro que se coloque esta carga ya que técnicamente es un criminal al que no le importa ni importará vaciar las arcas de sus víctimas, y hasta seremos amigos de un jodido asesino. Sino que por azares del destino su sobrina es asesinada accidentalmente y, como a la historia le faltaba algunos grados para graduarse de asombrosamente cliché, comienza un drama de venganza familiar a manos de un justiciero urbano. No conozco los antecedentes médicos del guionista, pero puedo apostar todos mis bitcoins a que de originalidad no se va a morir.

Los detalles, como supondrán, no los contaré para no hacer destripes, aunque no es que se pierdan gran cosa, pero puedo prometerles algo, relleno, muchísimo relleno, innecesario, absurdo e inacabable relleno, donde inclusive repetiremos escenarios una y otra vez sin que casi ningún personaje evolucione quizá porque dejaron al pasante sub-pagado intentando justificar el vendernos un juego que en su tiempo costó como cualquier AAA.

A la historia le pondremos un pobre 4.

Jugabilidad

            Sin duda lo que más llamó la atención en su demostración fue el sistema de hackeo, pero las interacciones con el entorno que prometían un mundo de posibilidades con el que dar rienda suelta a la imaginación, como una especie de Gunpoint con esteroides, se quedó tan sólo en un ”activado-desactivado”. He visto interruptores de luz más complejos que esto, vamos, que hasta he visto cosas más complejas en un libro de Coelho. Lo limitado de este sistema hizo que todo el juego se convirtiera en uno típico de disparos con escenarios llenos de simples trampas que juegan a nuestro favor y que activamos apretando un botón simplemente porque algo harán.

            Mención aparte merece la conducción, Watch Dogs tiene muy merecida la etiqueta de juego de acción, hay mucha acción en estas calles diseñadas por Ubisoft, pero también tiene algo de simulación, así es, es todo un Pastor Maldonado Simulator. Igualmente se podría decir que es un horror survival, por lo menos para los demás conductores y peatones. Y es que no importa qué coche tomemos en el juego, éste será tan ingobernable como el corazón de mi crush. Si aun después de ver este análisis persisten las ganas de jugarlo, te deseo buena suerte al volante, quizá algo de alcohol te ayude, puede que una cosa equilibre la otra.

Pero lo más triste del caso es que quisieron engatusarnos con la idea de un juego novedoso en muchos aspectos, y nada más lejos de la realidad, todo en Watch Dogs es una sopa de elementos jugables que ya se habían visto antes, ya sea en The Last of us, Assassin’s Creed o Grand Theft Auto, entre otros; con la diferencia de que aquí están puestas como con el culo, y créanme, a nadie le gusta una sopa servida con el culo, al menos a nadie del gobierno.

A la jugabilidad, aunque lo “menos peor” del juego, no le alcanza para convertir esto en algo que merezca nuestro dinero, y le vamos a dar un ahí lo lleva 6.

Gráficos

            Cuando hablamos de los gráficos del Watch Dogs, una palabra más maligna que un funcionario público que le echa mayonesa a las caraotas asoma por entre todas, y esa es “downgrade”. A lo largo de las últimas generaciones de la historia de este arte lo hemos visto, pero esto ya fue pasarse tres pueblos; apostando fuerte diría que lo que mostraron al principio y lo que terminó siendo es similar a mi foto de perfil de Facebook en comparación con la de mi documento de identidad. Cuela menos que meter mezcal en una botella de cabernet sauvignon de Bordeaux. Esto produjo, y con razón, una ola de descontento entre la comunidad gamer que le valió al juego notas muy bajas incluso de aquellos que ni lo habían jugado, porque si lo hubieran jugado las notas serían más bajas aún.

De paso no sólo está el hecho de que existiera este downgrade, sino que el producto final es sumamente pobre en este aspecto, tanto que ni el menú de inicio se salva, pues parece la inspiración del dios que diseñó a Laura Bozzo. Estamos acostumbradísimos a juegos que sólo lo salvan los gráficos, pues este no es el caso.

El diseño de niveles es uno de los más sosos que he visto en un juego de Ubisoft, absolutamente nada lo destaca de miles de juegos que se consiguen por ahí mucho más baratos, prácticamente se puede decir que su elaboración no tuvo ninguna implicación artística como si la hubo en Assassin’s Creed Unity o en Rayman Legend, todos los niveles son muy olvidables y monótonos como me dijo mi ex antes de marcharse con ese maldito super apuesto, adinerado y que sí llenó el álbum de barajitas del mundial.

Los efectos son espectaculares debo decirlo, pero casi prefieres que no fuera así por la enorme cantidad de bugs listos a arruinarte la experiencia cada vez que algo explota o se lanza un pedo.

Para más inri, el diseñador de personajes no quiso desentonar con la onda de clichés que arrastra el título, e hizo a los personajes como la cultura popular representó a los hackers en los 90’s, todos idealizados estéticamente con sus gabardinas, bozales y lentes oscuros que les daban ese aire de misterio y coolness elevado a la centésima potencia. Señores, yo he visto a varios hackers en mi vida y la mayoría son gente normales o se parecen más al gordo de los cómics de Los Simpsons, con sus boobies sudorosas y demás.

Por la suma de pecados le daremos un “meh” 5.

Apartado sonoro

Debo decir que éste es uno de los aspectos más desagradables del juego. Desde temas más monótonos que mi relación amorosa con mi mano derecha, hasta un brevísimo repertorio de canciones licenciadas que en su mayoría son grupos que sólo conocía el conserje del edificio de Ubisoft porque eran los únicos toques que podía pagar con su escaso sueldo y cuya calidad deja muchísimo que desear. Quizá esté siendo un poco tiquismiquis, pero contratar a alguien que sepa de música para componer y hacer la selección para la banda sonora nunca viene mal a la hora de hacer un título AAA, digo yo, no sé.

            Los efectos de sonidos, sobre todo el de las armas, también poseen un nivel lamentable, casi hubiese preferido que buscaran en una base de datos de sonidos de las que usan los youtubers o contrataran al negro de Police Academy porque hubiese quedado hasta mejor. Fue algo que en lo personal me sorprendió bastante negativamente porque Ubisoft no nació ayer, tiene un largo repertorio de juegos donde usan armas de fuego y no suelen equivocarse en este aspecto. ¿Estará la compañía dándole más poder de lo debido a los pasantes sub-pagados?

            El doblaje, eso sí, no está mal, al menos en cuanto a los personajes principales para quienes se hizo un trabajo muy profesional. No tanto así como los transeúntes, que se repiten más que los líderes socialistas cuando les preguntan porque la economía de su país se fue a la basura.

            Un apartado sonoro que preferiría olvidar y que seguramente lo logre mañana mismo, y al que le daré también un pobre 4.

Conclusión

            Muchos hay quienes lo defienden y que justificarán los numerosos fallos del juego a la enorme expectativa que levantó antes de ser lanzado, pero como casi siempre, el argumento del hype desmedido no se sostiene cuando examinas punto por punto cada fallo o virtud. Es como decir “esta música es una mierda, pero quizá se deba a que el anterior era muy bueno”, cada obra debe ser analizada independientemente de sus antecesores, pero sí que puede agravar el sentimiento de descontento general, y en cierta forma le pasó a Watch Dogs. Igualmente aunque no hubiese habido un céntimo tras su publicidad, el juego seguiría siendo muy malo por todo lo que ya argumenté. Espero no haber ofendido a nadie siendo sincero, y antes que salte alguien a decir que todo es cuestión de gustos, les diré una cosa: los gustos son subjetivos, sí, pero el arte no; confieso que me gustan videojuegos que sé que son malos, pero no digo que sean buenos porque no lo son. Y como nadie tiene la verdad universal, son libres entonces de explicar en los comentarios qué hace de Watch Dogs una buena obra, por ahí puede que no haya entendido algo.

Todo en conjunto el juego es un gran meh (5) que no puedo recomendar a menos que seas diputado de la Asamblea Nacional.

Descard.