• Acceder Registro

    Recibe

    Premios

    Comunidad

    Cómo funciona

    Interested in getting rewards for free?
    $5 for every new user with code: EARNWEB5
    Register in browser or download mobile app to redeem your bonus:
    Register Download
    Earnweb QR

    Valora este artículo "Análisis Bioshock"

    (4/5) 1 puntuación
    Descard, 13 enero 2018 13:35

    Análisis Bioshock

    Hace más de 10 años, 2K Games nos subió el bombo al máximo con una obra que prometía ser algo así como un sucesor espiritual de System Shock 2 y que sería tan inolvidable como aquel clásico de finales de los 90’s. Bioshock tuvo un éxito inmediato que significaría dos entregas más y ya en el 2016 la trilogía tomaría un nuevo aire con una versión remasterizada de la misma, aunque sin mucha aceptación entre el público debido a los bugs y salidas al escritorios que sucedían cada 2 por 3. Por suerte un parche lanzado sorpresivamente a finales del 2017 corrigió la mayoría de los fallos, por lo que al fin les puedo reseñar el juego como se debe.

    Historia

    Como es mi costumbre, abordaré la historia del juego muy por encima para evitar destripárselas. Pero superficialmente hablando Bioshock nos lleva a una ciudad bajo el mar que pretendía ser un paraíso para científicos y artistas pero que terminaría cayendo en desgracia, algo así como la calidad de Los Expedientes Secretos X, je. Esta ciudad no es un escenario que está por estar, sino que todo es como un alegato contra el objetivismo, la corriente filosófica de Ayn Rand que hablaba del uno mismo como lo más importante aunque de manera muy sensata hay que decirlo, y esto se hace aún más evidente cuando ves que el fundador de la ciudad tiene un nombre parecido: Andrew Ryan. Pero no es un juego pro izquierdista ni mucho menos, de hecho, otro de los villanos, Atlas, posee claras tendencias de izquierda, y lucharon, uno se refería al otro como un "parásito que odia el libre mercado", y el otro demandaba más "inversiones sociales". Ya saben, la lucha de siempre. Y cómo termina esto es algo de lo que no hablaremos, como dije, para no hacer destripes. Diría que la historia de esta obra es lo que lo hace grande, es un juego de disparos con un trasfondo filosófico digno de un gran libro y que demuestra una vez más lo que es ya evidente: los videojuegos, más que entretenimiento, pueden ser arte.

    Y hablando de arte, debo hacer mención a Sander Cohen, un artista con una personalidad muy particular, sé que suena cliché la descripción, pero es una manera decir que era un maldito psicópata, demente, enfermo, obsesivo, que no debería estar suelto y además es muy creativo, como muchos artistas, vamos, y que por culpa de ellos gran parte de nosotros no podemos salir con las hijas de algunos señores muy conservadores (pinche tipo, mis intenciones eran buenas, ojalá se muera de cáncer de sida). Otro personaje que me encantó por la capacidad de causar impacto con sus discursos fue el ya mencionado Andrew Ryan, quién seguramente es al que le puedes sacar más citas espectaculares en todo el juego; sin duda más citas que las que tuve con chicas por ser un artista pobre, así de triste es mi vida.

    La historia se lleva un rotundo 10.

    Jugabilidad

    Si la historia es su punto fuerte, la jugabilidad es la pega de este Bioshock y de toda la saga en general. Sobre todo debido a la poca variedad de situaciones jugables y de enemigos. De estos últimos apenas hay unas cosas raras llamados splincers, que para no hacer destripes, sólo diré que son como youtubers del montón porque son muy dañinos. Algunos te quieren como rajar, quizá porque son fans del knife challenge;  otros disparan, tal vez porque ven muchos gameplays de Call of Duty o qué sé yo; y hay unos más osados que aparecen de repente de la nada y te joden el día, emulando a los youtubers que hacen bromas pesadas. El hecho es que muy inteligente no son y ese es otro punto para mi comparación. Y bueno, demos gracias que ninguna de estas cosas intentan vendernos libros escritos con el cu... ejem, con el corazón más que con la cabeza. También están unas torretas que te atacarán porque sí, porque su única función en la vida es joderte cual grano en el trasero, pero, no todo en ellos es malo, el juego te da la oportunidad piratearlos y se hacen muy útiles pues te ayudarán a matar a los splincers hasta que estos las destruyan, son algo así como un control parental complicado de instalar y cuya licencia se vence pronto. Y sólo nos queda un último tipo de enemigos, que son los reyes de la obra, los que salvan la patria en cuanto a villanos se refiere, pues son los más poderosos, los que más te recompensan al matarlos y además son una gran parte del sentido del juego: los llamados Big Daddys. Una especie de buzos gigantes creados artificialmente que representan los mayores retos de casi todos los mapas, y que además cuidan de unas niñas denominadas Little Sisters quienes se encargarán de poner a prueba tu moral, siendo esto justamente de lo que va el juego. De nuevo no quiero hacer destripes, pero como dije antes, Bioshock es en esencia una enfrenta hacia el objetivismo y ayudar a estas niñas nos hace aparentemente más difícil nuestro éxito, pero nos sacrificaríamos por un bien, estamos haciendo algo que no es egoísta, estamos venciendo el objetivismo de Andrew Ryan, y es lo que parece que quieren los desarrolladores que hagas, pero sin obligarte a ello.

    En cuanto a qué debemos hacer para vencer a nuestros enemigos, pues nada, dispararles hasta que caigan. Por suerte están los plasmidos, que son una especie de magias que le añaden algo de estrategia y variedad al asunto sin destruir su balanceada intensidad. También hay algunas mejoras de armas y de los ya mencionados plasmidos para al menos colocar la jugabilidad, todo sumado, en un decente 7.

    Gráficos

    El juego original hizo su aparición en el 2007, exigiendo por entonces una buena máquina y con unos gráficos técnicamente considerados punteros a pesar de los dientes de sierra que te cortan hasta tu ilusión por ella, detalle que fue pulido en la remasterización, y unas texturas un poco justas, que fueron mejoradas en la segunda entrega. Pero al carajo eso, visualmente Bioshock seguirá siendo una delicia hasta que Mirtha y Chabelo mueran o alcancen la divinidad (lo que ocurra primero). Y es que es de esos juegos donde le tomas una captura a un inodoro y puedes llevarlo a un concurso de National Geographic con alguna oportunidad de ganar. Todo el juego se desarrolla en una ciudad llamada Rapture poseedora de una personalidad que los jugadores nunca olvidaremos. Diseñada bajo un estricto art deco muy de los 50’s y ornamentada con variados juegos de luces y sombras tan exquisitos que dices: “vaya, esta ciudad está viva, esta ciudad no es un simple lugar”, así pues, ésta es como un personaje más por el que te puedes pasear, quizá muy incómodamente por culpa de los youtubers estos que tanto daño querrán hacerte, pero también de manera agradable a la vista. Cómo decirlo, si Jenny de Forrest Gump fuese una ciudad, sería Rapture.

    Sobre los diseños de personajes decir que los splincers se parecen mucho a cierto youtuber que yo me sé jiji, pero es acertado al tratarse de un juego que busca causarte mal rollo, y sus harapos son muy dignos de los mejores cosplayers. Los Big Daddys por su parte son sin duda unos mechas muy originales e imponentes. Y en general todo está muy bien en este aspecto con excepción, aunque esto ya es algo subjetivo, de las torretas voladoras, que parecen un puñado de Wall-Es nada cuchis, con hélices que, por como suenan, se nota tienen graves defectos técnicos, y todo con muy poco sentido de la aerodinámica, pero vamos, ya es por ponerme melindroso.

    En cuanto a gráficos le doy un sobresaliente 9.

    Apartado sonoro

    La banda sonora de Bioshock debe dividirse en dos partes, una con temas originales y otra compuesta mayormente por clásicos de la música jazz y del pop.

    Las primeras suelen ayudar notablemente a convertir tu experiencia en una pesadilla comparable a quedarte sin papel higiénico en un baño público, como lo que sonaría en un barrio de Caracas si apagaran todos los altavoces con sus reggaetones a full volumen. Pero extrañamente, en ocasiones la ambientación musical también tienen un toque de dulzura y melancolía, parecido a lo que ocurre con las composiciones de Danny Elfman, o haciendo un paralelismo que resalte la figura intelectual y sensual que todos me conocen, es algo así como si Bella y Bestia fueran melodías de una misma partitura. Es decir, que lo más acertado sería ejemplificarlo con que aunque se te acaba el papel higiénico, justo descubres que llevas puesto tu peor ropa interior y que además ésta es blanca, y que no hablamos de un barrio de Caracas sino de otra ciudad venezolana. Pero lo más importante es que, como manda el manual, no sólo van muy acorde con el juego, sino que te introduce en él, y te deleita sin distraerte.

    Por otra parte es muy destacable la selección de las músicas populares en el juego, que incluye a algunos de mis favoritos de todos los tiempos como Django Reinhardt o The Andrews Sisters. Con una variedad en ritmos que van desde un perreo extremo hasta un bailongo pegao’ con tu crush, y manteniendo siempre un estándar de calidad que se aprecia mucho.

    El doblaje fue todo un éxito debido a la complejidad del trabajo, entre políticos, contrabandistas, científicos, youtubers y artistas que suenan lo suficientemente loco para no tener novias. Y es que no sólo cumplen, sino que sobresalen la mayoría de ellos, interpretando a la perfección sus personajes, logrando transmitirnos con fidelidad sus emociones, y gran parte de las veces sin que se muestren en pantalla pues los escucharemos en grabaciones que iremos recogiendo, pero que al ser notas sonoras, no nos cortarán la intensidad del juego como sí sucede debido a las notas escritas del Dishonored o del Tomb Raider.

    Mientras que de los efectos de sonidos, me quedaré con los que emiten los intimidantes Big Daddys, pues aportan aún más a la sensación de incomodidad de la que antes hablé.

    En el apartado sonoro, al juego le daremos un sólido 8.

    Conclusión

                La primera entrega de esta franquicia refleja fielmente lo que toda ella terminó siendo, un videojuego que destaca sobre todo por su grandísima historia, capaz de hacerte sentir un montón de sensaciones y admirar al escritor por su imaginación e intelecto, pero cuyo apartado jugable empaña considerablemente el resto. Aun así todo en conjunto se hace un juego muy disfrutable si eres de los que saben que la jugabilidad es muy importante, sí, pero que no lo es todo.

    El juego completo se merece, en opinión de un servidor, un muy bien ganado 8.

     

    Valora este artículo Análisis Bioshock

    (4/5) 1 puntuación

    Comentarios

    es un juego con una historia muy buena, el 2 tiene una jugabilidad buenisima pero la historia no es tan buena como el 1 sin duda es uno de los mejores juegos que probe

    25 enero 2018 00:35
    0

    Ya solo al principio, que pasas de estar nadando en el mar en mitad de la nada, entras en el faro y te subes al ascensor y ves muy por encima como es la ciudad sabes que la ambientación es uno de los puntos fuertes del juego.

    15 enero 2018 17:49
    0

    Que maravilla de juegos y por lo menos con los dos primeros, como tienen unos añitos, no necesitas un gran ordenador para poder disfrutarlos.

    15 enero 2018 17:47
    0

    alguien se leera estos articulos ? o solo comentan como yo

    6 febrero 2018 17:13
    1

    Para mi es el mejor juego de la historia

    19 enero 2018 01:40
    1

    Buen titulo pero el articulo un poco flojo pero eran otros tiempos asi que GG.

    8 enero 2020 03:45
    1